TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:
Tiene
como objetivo ayudar a
pacientes y familia a manejar los síntomas del trastorno y el impacto que
éstos puedan tener en su vida diaria. Según la Guía de Práctica Clínica sobre el TDAH en niños
y Adolescentes hay dos terapias que han demostrado
evidencia científica para el TDAH: la terapia conductual y la cognitiva.
También recomienda la terapia cognitivo-conductual
como tratamiento inicial cuando se den las situaciones siguientes:
- TDAH leve
- Impacto mínimo del TDAH en la vida del niño
- Los padres y los profesores discrepan mucho sobre
la frecuencia de los síntomas.
- Los padres rechazan el tratamiento con medicación.
- En los niños que sean menores de 5 años.
TERAPIA CONDUCTUAL
Analiza
la conducta e identifica los factores que hacen que la conducta sea inadecuada,
se determinan las conductas que se desea cambiar y se establecen unos
objetivos. A partir de ahí se organiza un plan para ir modificando el
comportamiento que se quiere eliminar.
Refuerzo positivo: se le presenta un estímulo “bueno” (algo que le gusta o le interesa) después de la realización de una conducta aumentando la probabilidad de que la conducta vuelva a producirse.
Economía de fichas: Establece una serie de conductas específicas y unos premios que se podrán conseguir al respetarlas.
Extinción: Se trata de disminuir la respuesta reforzada
a un comportamiento indeseado.
Sobrecorrección: Se aplica cuando hay un comportamiento negativo y se le pide que rectifique lo que ha hecho mal y restaurar el daño que ha hecho.
TERAPIA COGNITIVA:
Está compuesta de procesos como el aprendizaje, la atención, la memoria, la toma de decisiones. Y lo que pretende es identificar cuáles de estos procesos están creando problemas, y trabaja para cambiarlos por otros más adecuados.
Autoinstrucciones: Es una técnica de cambio de comportamiento en el que se modifican los pensamientos, sustituyéndolos por otros que pueden ser más útiles y efectivos para alcanzar los objetivos o metas que se proponga el paciente.
Técnicas
de autocontrol: corregir aprendiendo a moderarse para reducir
comportamientos impulsivos.
Se puede continuar los
siguientes pasos:
- Detectar cual es el problema y establecer los
objetivos que se quieren conseguir.
- Comprometerse a modificar su propia conducta.
- Registrar los datos e identificar las causas del
problema.
- Diseñar y aplicar un programa de tratamiento del
problema.
- Prevenir la recaída y lograr que la mejora perdure.
Técnicas
de inhibición de respuesta: este entrenamiento consiste en “párate y piensa”, que
consiste en realizar un entrenamiento ante una señal visual de stop para
inhibir una respuesta y tomar decisiones como: Pararse, No actuar, Pensar,
Planificar, Actuar, Autoevaluación.
Autoevaluación
reforzada: en
este paso se trabaja el que el paciente sea capaz de realizar una valoración
más objetiva y ajustada a la realidad de las cosas que hace y de cómo reacciona
antes ellas
Vigilancia
cognoscitiva: Se utiliza
el sonido de una campana a intervalos regulares para enseñarle a responder ante
ese estímulo recordándole que debe estar atento a la tarea que está llevando a
cabo para poder resolverla correctamente.
Entrenamiento
en habilidades sociales
Sonreír –
Saludar – Hacer favores – Cortesía – Ayudar – Cooperar – Compartir – Unirse al
juego – Iniciar, mantener y terminar conversaciones – Expresar y recibir
emociones – Saber defender derechos y opiniones asertivamente – Identificar y
solucionar problemas.
Para mejorar estas habilidades sociales, se
emplean técnicas de terapia cognitivo-conductual, generalmente en grupo,
trabajando aspectos como:
- Autoestima, comunicación emocional.
- Entrenamiento en asertividad.
- Reglas de sociabilización.
- Entrenamiento en conductas prosociales.
- Habilidades de competencia social.
Entrenamiento
para padres
El entrenamiento para padres y
la intervenciones a nivel familiar han demostrado ser efectivas en muchas
ocasiones. Las sugerencias que se hacen a continuación sólo pretenden
establecer un marco de trabajo que sirva de guía
para trabajar la relación paternofilial mediante una mejor
comunicación y atención al desarrollo del niño con TDAH.
En el
entrenamiento para padres se trabaja sobre los siguientes puntos:
·
Identificar
las situaciones que
generan problemas específicos y los problemas de comportamiento que generan.
Así como los elementos que precipitan las conductas disruptivas. Es importante
registrar la evolución constantemente.
· Analizar las consecuencias positivas y negativas de
los comportamientos apropiados y no apropiados con los padres.
·
En el caso de que en la relación padre-hijo se
produzcan muchos roces y pocas interacciones positivas, se trabaja para reforzar
las habilidades de los padres durante las sesiones para el
mejor manejo de las situaciones.
· Enseñar a los padres métodos de comunicación
efectiva para establecer normas y llevar el mando (establecer
contacto visual, dando órdenes de una en una, dando órdenes en un contexto
positivo).
·
Establecer consecuencias negativas apropiadas para
cada problema de comportamiento específico. Las consecuencias deben estar
estrechamente relacionadas con el problema en sí.
· Utilizar sistemas de economía de fichas para
los problemas
de conducta constantes. Los padres pueden así aprender a
penalizar y recompensar conductas negativas y positivas.
·
En el caso de problemas de conducta más graves,
se enseña a emplear técnicas de tiempo fuera.
Es importante comprender bien cómo funciona y cómo debe emplearse para que no
se convierta en un castigo sin aprendizaje.
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