CRITERIOS EN EL DIAGNóSTICO
DEL DTAH
En la actualidad existen dos sistemas de clasificación internacional de criterios para diagnosticar el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad):
DSM-5 (APA, 2013) y CIE-10 (OMS, 1992).
A continuación se explican qué son los sistemas de clasificación, se exponen
los criterios de cada uno de estos sistemas y también se realiza una
comparación entre ambos.
¿Qué son los criterios diagnósticos?
Se trata del conjunto de síntomas que deben
presentarse para realizar un diagnóstico. En el caso del TDAH, existen dos
sistemas de clasificación que comprenden unos criterios
diagnósticos específicos según han establecido la American
Psychiatric Association (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con
estas clasificaciones, lo que se pretende es establecer
las condiciones y síntomas que se deben dar en los pacientes para poder
realizar un diagnóstico.
DSM (APA, 2013)
El DSM es el manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders). En 2013 la American Psychiatric Association publicó la quinta
revisión de éste, el DSM-5, en vigor en la actualidad. Anteriormente el manual
DSM-IV TR se publicó en 2001. Es el sistema de
clasificación de trastornos mentales más utilizado a nivel mundial, aportando
descripciones, síntomas y otros criterios útiles para el diagnóstico de los
trastornos mentales. Es revisado de forma periódica, de acuerdo con las
investigaciones, estudios y descubrimientos realizados.
DSM-5
A continuación se detalla la clasificación del
TDAH según el DSM-5:
A- Patrón
persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el
funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):
1. Inatención
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han
mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de
desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y
académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación
del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender
las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17
años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
·
a.
Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por
descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante
otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el
trabajo no se lleva a cabo con precisión).
·
b.
Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o
actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la
atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
·
c.
Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo,
parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier
distracción aparente).
·
d.
Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas
escolares, los quehaceres o los deberes laborales (por ejemplo, inicia tareas
pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
·
e.
Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por
ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner
los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el
trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
·
f.
Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar
tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo tareas escolares
o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de
informes, completar formularios, revisar artículos largos).
·
g.
Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo,
materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles
de trabajo, gafas, móvil).
·
h.
Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para
adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
· i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
2. Hiperactividad e Impulsividad
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han
mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de
desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y
académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una
manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso
para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos
(a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
·
a.
Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el
asiento.
·
b.
Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca
sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de
trabajo, en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
·
c.
Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
(Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).
·
d.
Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades
recreativas.
·
e.
Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (por
ejemplo, es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un
tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que
está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
·
f.
Con frecuencia habla excesivamente.
·
g.
Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una
pregunta (por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de
conversación).
·
h.
Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una
cola).
·
i.
Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las
conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de
otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede
inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).
B- Algunos síntomas
de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.
C- Varios síntomas
de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos
(por ejemplo, en casa, en el colegio o el trabajo; con los amigos o familiares;
en otras actividades).
D- Existen pruebas claras
de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o
laboral, o reducen la calidad de los mismos.
E- Los
síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o
de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental
(por ejemplo, trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno
disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de
sustancias).
En
función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:
Presentación combinada: Si se cumplen el
Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante
los últimos 6 meses.
Presentación
predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se
cumple el criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.
CIE (OMS,1992)
La CIE es la Clasificación Internacional de
Enfermedades (en inglés, ICD: International Statistical Classification of
Diseases and Related Health Problems) realizada por la Organización Mundial de
la Salud. Actualmente se trabaja con la décima revisión, que se publicó
en 1992, pero ya se está trabajando en una nueva versión, la CIE-11. La OMS
publica actualizaciones de carácter menor cada año, y actualizaciones más
importantes cada tres años. En esta clasificación las enfermedades son
agrupadas por categorías y reciben cada una un código. Una de las
peculiaridades de la CIE-10 es que se refiere al TDAH como
Trastorno Hipercinético.
CIE-10
A continuación se detallan los criterios
diagnósticos para el trastorno hipercinético según la CIE-10:
Déficit
de atención
1. Frecuente incapacidad
para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las
labores escolares y en otras actividades.
2. Frecuente incapacidad
para mantener la atención en las tareas o en el juego.
3. A menudo aparenta no
escuchar lo que se le dice.
4. Imposibilidad
persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones.
5. Disminución de la
capacidad para organizar tareas y actividades.
6. A menudo evita o se
siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes escolares, que requieren
un esfuerzo mental mantenido.
7. A menudo pierde
objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar,
libros, etc.
8. Fácilmente se distrae
ante estímulos externos.
9. Con frecuencia es
olvidadizo en el curso de las actividades diarias.
Hiperactividad
1. Con frecuencia muestra
inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en su asiento.
2. Abandona el asiento en
el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
3. A menudo corretea o
trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
4. Inadecuadamente
ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en
actividades lúdicas.
5. Persistentemente
exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente
por los requerimientos del entorno social.
Impulsividad
1. Con frecuencia hace
exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas.
2. A menudo es incapaz de
guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
3. A menudo interrumpe o
se entromete en los asuntos de otros.
4. Con frecuencia habla
en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
La CIE-10 establece que para realizar el
diagnóstico de TDAH, el paciente cumpla:
·
6
de los síntomas descritos en el apartado “Déficit de Atención”
·
3
de los síntomas descritos en el apartado “Hiperactividad”
·
1
de los síntomas descritos en el apartado “Impulsividad”
Estos síntomas deben además estar presentes
antes de los 7 años y darse en dos o más aspectos de la vida del niño (escolar,
familiar, social), y afectar negativamente a su calidad de vida. Tampoco se
considerará el diagnóstico de Trastorno Hipercinético si cumple los criterios
de: trastorno generalizado del desarrollo, episodio depresivo o trastorno de
ansiedad.
Comparación entre DSM-5 y CIE-10
·
Tienen
18 síntomas descritos implican la
presencia de síntomas durante más de 6 meses.
·
Requieren
que los síntomas afecten a varios ámbitos de la vida del niño.
·
Consideran
que debe haber un deterioro funcional causado por el trastorno.
·
Coinciden en que la sintomatología no pueda
explicarse por otro trastorno.
DSM-5
·
Los
síntomas deben estar presentes antes de los 12 años.
·
No
tienen por qué darse los 3 síntomas en el paciente.
·
El
TDAH puede coexistir con alteraciones de ansiedad y/o estados de ánimo comórbidos.
CIE-10
·
Los
síntomas deben estar presentes antes de los 7 años.
·
Deben
estar presentes los 3 síntomas en el paciente.
·
La
ansiedad u otros trastornos del estado del ánimo excluyen el diagnóstico del
trastorno hipercinético.
Teniendo en cuenta estas diferencias, se
constata que los criterios de diagnóstico del Trastorno Hipercinético por el
CIE-10 son más restrictivos que los criterios diagnósticos del DSM-5 para el
TDAH.
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